En Piazza Maggiore, en el Palazzo de la Podestá, justo detrás de donde de la Oficina de turismo hay una intersección con 4 columnas donde se dice que las paredes susurran. Por lo visto, la acústica es tan buena que si estás con alguien y os ponéis los dos en columnas diagonalmente opuestas y susurráis algo a la pared, la otra persona lo puede escuchar perfectamente.