León

León

La Catedral como toda gran obra, esconde sus secretos y leyendas y una de las más curiosas es la del topo gigante que según la leyenda, a principios del siglo XIII minaba los cimientos de las recientemente iniciadas obras de la catedral. Algunos ciudadanos leoneses esperaron al topo una noche y le dieron muerte, colgando su pellejo en el interior de la catedral, justo sobre la Puerta de San Juan. Lo cierto es que estos restos, que hoy pueden verse en dicho lugar, fueron analizados en los años 90 del pasado siglo XX y se descubrió que eran realmente los restos de un caparazón de tortuga laúd, que seguramente donara algún peregrino en su paso por la ciudad.






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