Sus llamativos paisajes se asemejan a postales lunares gracias a la composición de la tierra, lo suficientemente débil como para ser modelada a capricho por la erosión natural y por el hombre. Aunque dicen que esconde más de 200 ciudades subterráneas, solo se tiene constancia de unas treinta, y es que se aprovecharon de las formaciones para construir casas, templos y hasta monasterios en el interior de la roca.